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Enogastronomía Rioja Alavesa Planes
Laguardia, la capital de Rioja Alavesa, no solo es un festín para los amantes del vino y la historia, ofrece también un escenario natural que invita a recorrer paisajes repletos de viñedos infinitos y colinas coloridas.
Sumérgete en una experiencia única mientras exploras los imprescindibles de esta villa amurallada, donde la naturaleza, la arqueología y la enogastronomía se entrelazan de manera armoniosa.
Te hablamos sobre los rincones que debes visitar, sí o sí, cuando viajes a Laguardia.
Se trata del corazón verde de la villa, una joya natural muy cerca del núcleo amurallado. Al norte, la imponente sierra de Toloño delimita la región, creando un paisaje que cautiva.
Acceder a estas Lagunas es tan sencillo como dejarse llevar por la carretera principal, dirección Logroño, y explorar los caminos rurales que serpentean entre viñedos. Este complejo lagunar, hogar de cuatro pequeños humedales, ostenta el título de "biotopo protegido" debido a su singularidad.
¡Un must si visitas nuestra villa medieval!
En el tejido histórico de Laguardia, el Dolmen de la Chabola de La Hechicera emerge como uno de los dólmenes más destacados de Euskadi y posiblemente el más grande y mejor conservado de la zona. Fue descubierto en 1935 y su cámara se compone por 9 losas que forman una figura poligonal.
Tesoros como hachas, fragmentos de cerámica y aros, además de restos humanos, fueron descubiertos en excavaciones. Este sitio arqueológico se transforma durante las festividades en torno a la virgen de Agosto, cuando en las inmediaciones del dolmen se representa un akelarre con un macho cabrío y brujas como protagonistas, sumergiendo a los y las visitantes en nuestra tradición más ancestral.
¡Es un portal a la Prehistoria!
A las afueras de Laguardia se encuentra el yacimiento arqueológico de la Hoya, descubierto en 1935. Este lugar ha sido testigo de la ocupación humana durante más de 3.400 años, convirtiéndose en el epicentro de la Edad de Bronce. En la actualidad, un museo junto a los restos alberga y exhibe objetos encontrados en la zona, desde vasijas y platos hasta elementos decorativos.
Esta ruta por Laguardia no solo nos sumerge en la arquitectura e historia de la villa, sino que nos lleva a descubrir sus rincones menos conocidos, donde la naturaleza y el legado prehistórico se fusionan.
¡Recorre las Huellas de la Edad de Bronce!
Laguardia es, sin duda, la cuna del vino. Se revela como una tierra minada de bodegas que guarda el legado del néctar que ha dado forma a su vida y su gente. Visitar los sótanos de establecimientos hosteleros es sumergirse en una serie de pasadizos que resguardan siglos de tradición vinícola. Las bodegas, con estilos arquitectónicos de vanguardia, no solo ofrecen degustaciones exquisitas sino también la oportunidad de conocer de cerca el proceso de producción del vino a través de visitas guiadas.
¡Degusta los mejores caldos!
Un recorrido por este municipio no estaría completo sin una inmersión en su arquitectura. Desde la Iglesia de Santa María de los Reyes con su pórtico gótico policromado hasta el Estanque Celtibérico del siglo I antes de Cristo, cada paso nos descubre la historia, la cultura, la gastronomía y las tradiciones locales.
La Torre Abacial del siglo XII-XIII nos regala vistas panorámicas impresionantes de Laguardia y los viñedos de Rioja Alavesa, mientras que la Casa Palacio del siglo XVII nos transporta a otra época. La Iglesia de San Juan, con su espectacular retablo barroco, es un testimonio de la riqueza artística y religiosa de la villa.
¿Quieres embarcarte en una travesía inolvidable? ¡Ven a Laguardia y deja que la villa medieval te cuente su historia a su manera, entre viñedos, murallas y bodegas que guardan todos los secretos del vino!
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