Birding - Turismo en Euskadi, País Vasco
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PUNTOS FUERTES

Son muchas las especies de aves que se pueden encontrar en la mar y tierras de Euskadi. Las comunidades de bosques, de campiña, de montaña, de costa, etc. mantienen aves fácilmente accesibles para observadores con cualquier nivel de exigencia y experiencia. Los excelentes equipamientos de uso público de sus áreas naturales facilitan un uso respetuoso del entorno y un buen acceso a la información: senderos balizados, observatorios de fauna, servicios de guías u oficinas de información son sólo algunos de ellos.

Entre las múltiples experiencias ornitológicas posibles en Euskadi, cinco sobresalen como DESTACADOS:

1. ¿Buscas aves marinas o cetáceos?

aves marinas CC BY-3.0-ES 2012/EJGV/Irekia-Gobierno Vasco/Mikel Arrazola
La costa vasca, mecida y batida por el mar Cantábrico, se encuentra en plena ruta migratoria de las aves del Atlántico Oriental. La afición a la observación de cetáceos y de aves marinas ha encontrado los últimos años un aliado en la tradición marinera del pueblo vasco. Tal es así, que actualmente se ofrecen de manera regular servicios turísticos en barco de acompañamiento y guía de observación de la vida marina en superficie: avistamientos de ballenas y aves marinas.

Desde todos los rincones se acercan aficionados buscando la oportunidad de navegar junto a rorcuales, delfines, alcatraces o págalos. La oportunidad de avistar sobre el agua a los diminutos paíños, entre numerosas especies de gaviotas y pardelas, atrae cada día a más público.

2. Pícidos en su ambiente

Pícidos CC BY-3.0-ES 2012/EJGV/Irekia-Gobierno Vasco/Mikel Arrazola
Las masas forestales vascas han permitido la proliferación de una gran variedad de especies de pájaros carpinteros. El pico mediano, protagonista en el Parque Natural de Izki, es todo un símbolo de la zona y un reclamo para los aficionados a las aves de dentro y fuera de Euskadi. Además, la posibilidad observar picamaderos negros se suma a los avistamientos más habituales de picos picapinos, picos menores, pitos reales, y torcecuellos euroasiáticos.

3. Humedales de todo tipo

Humedales CC BY-3.0-ES 2012/EJGV/Irekia-Gobierno Vasco/Mikel Arrazola
Humedales costeros, marismas, lagos artificiales, lagunas naturales, humedales salinos?una gran variedad de zonas húmedas atraen anualmente nutridas poblaciones de aves acuáticas. La dinámica estacional de estas aves permite a los amantes de las su observación mantener una actividad ininterrumpida a lo largo de todo el año.

Los extraordinarios equipamientos de uso público en torno a estas zonas húmedas ofrecen una espléndida accesibilidad a todo tipo de interesados. Grupos de visitantes de prácticamente cualquier tipología pueden aprender y disfrutar viendo en directo la vida de ardéidas, anátidas, limícolas, y toda la cohorte de especies ligadas a los medios acuáticos.

4. Aves rupícolas por doquier

Rupículas CC BY-3.0-ES 2012/EJGV/Irekia-Gobierno Vasco/Mikel Arrazola
Lo escarpado de las sierras vascas compensa la discreta altitud de sus cumbres. Cortados, barrancos y desfiladeros son elementos habituales en Euskadi, y así lo son también las aves rupícolas que hacen de ellos sus territorios.

Águilas reales, buitres leonados, alimoches, y hasta el majestuoso quebrantahuesos, deambulan esquivos entre roquedos y laderas. Otras especies de menor tamaño pero no por eso menos atractivas, acompañan a esos gigantes con sus vuelos imposibles: los vencejos reales, las chovas piquirrojas y los halcones peregrinos son algunos de ellos.

Especies de ámbito más alpino como el acentor alpino, la chova piquigualda, el bisbita alpino, el mirlo capiblanco o el treparriscos completan la nutrida lista de los más buscados por cumbres y acantilados.

5. Un rincón único para las aves más mediterráneas

Aves mediterráneas CC BY-3.0-ES 2012/EJGV/Irekia-Gobierno Vasco/Mikel Arrazola
La Euskadi más sureña en Rioja Alavesa, entre vinos, lagunas y montañas, abre al aficionado a las aves una ventana hacia toda una región bioclimática: la Mediterránea. En pleno valle del Ebro, esta pintoresca comarca ofrece grandes posibilidades al viajero más exigente, también al que gusta de la observación de aves.

Las aves más coloridas y mediterráneas encuentran aquí todo lo que necesitan, entre ellas pueden observarse: martinetes comunes, garzas imperiales, autillos europeos, abejarucos europeos, abubillas, terreras comunes, collalbas rubias, currucas carrasqueñas, pájaros moscones, alcaudones comunes y escribanos hortelanos.