Inicio: Grúa Carola Final: Bilbao La Vieja
Empezamos nuestro paseo en la Grúa Carola, que recuerda el pasado astillero de esta ciudad. Enseguida nos topamos con la llamativa fachada del Palacio Euskalduna, hecha de placas de acero oxidadas e inspirada en el casco de un buque en construcción. Continuamos nuestro paseo a orillas de la Ría (cuidado si tu perro es de chapuzón fácil, no sea que decida saltar) y nos encontramos con la Torre Iberdrola, rodeada de verdes jardines y campas que harán las delicias de tu perro.
Al otro lado de la Ría encontramos los señoriales edificios del campus de la Universidad de Deusto, declarado Monumento Histórico en 2002. Y enseguida llegamos a una de las vistas más espectaculares del paseo: el Museo Guggenheim.
PERRICONSEJO: Visitar Bilbao con perro no es excusa para no acceder al museo Guggenheim. Tu perro no puede acompañarte al interior del museo, pero existen guarderías caninas por la zona que pueden cuidar de él/ella durante unas horas. Localízalas en la web Euskadi con perro.
Si tu perro es de los que tiene miedo a las arañas o de los que se las come, esperamos que no salga corriendo o intente hincarle el diente a “Mamá”, escultura de bronce de más de 9 metros de altura de la artista franco-americana Louise Bourgeois.
Seguimos nuestro camino y pronto nos encontramos con el Puente Zubizuri (del euskera Puente Blanco), obra de Santiago Calatrava. Una buena opción es cruzarlo y seguir el paseo por el otro lado de la Ría.
Poco a poco notaremos más bullicio en el paseo: nos estamos acercando al Ayuntamiento de Bilbao y al Teatro Arriaga, construidos a finales del siglo XIX por el arquitecto Joaquín Rucoba.
A medio camino entre ambos edificios están los Jardines del Arenal, un espacio donde pueden verse niños jugando, perros paseando y vecinos disfrutar de su tiempo libre. Si tenéis suerte, podéis disfrutar de alguna de las ferias al aire libre que se celebran en este espacio, o incluso, de música en directo.
El bullicio es ya innegable: llegamos a la entrada del Casco Viejo de Bilbao, cuyo núcleo original es conocido como “Las Siete Calles”. En estas calles empredradas se concentra gran parte de la actividad comercial, hostelera y gastronómica de la villa y cientos de comercios y locales que os dan la bienvenida a ti y a tu perro.
Un plan típico para disfrutar Bilbao con perro es disfrutar de una ruta de pintxos por el Casco Viejo. Pero ten en cuenta que que en días festivos, en horas de comida y cena se concentra mucha gente en esta zona, hay palillos y restos de comida por el suelo… y tal vez no sea el mejor plan que disfrutar con perro. Intenta programar este plan típico de Bilbao con tu perro en un momento de menos afluencia, o en espacios, terrazas más abiertas... Nadie mejor que tú conoce a tu perro, no pierdas nunca de vista su bienestar.
Tras haber callejeado a gusto, busca una de las calles que salen de nuevo a la ría... ¡GUAU! Os encontraréis con la hermosa fachada del Mercado de La Ribera (remodelado en 2013), podéis cruzar por uno de los puentes y terminar la excursión en Bilbao La Vieja (conocida como Bilbi), uno de los espacios culturales, musicales, gastronómicos... más alternativos de la ciudad. Ideal para descansar las patitas, tomar algo o comer en uno de sus múltiples locales dog-friendly.
Pista Guau!: Recomendamos hacer este recorrido andando, pero por si vas con prisa o te pilla un chaparrón, te interesa saber que todo el paseo está salpicado de paradas del Tranvía de Bilbao, transporte urbano en el que eres bienvenido/a con tu perro.
¡Bon appetit, os lo habéis ganado! Esperamos que con estas indicaciones disfrutéis aún más de Bilbao con perro.
Tiempo estimado: 2 horas (aunque recomendamos callejear por El Casco Viejo y dejar que tu perrete pueda pararse a saludar a otros sin prisas). Encontrarás varias fuentes por todo el paseo.
Plan perfecto para: perros y humanos andarines que quieren disfrutar de espacios abiertos en el centro de la ciudad.