Amplias llanuras, macizos montañosos por los que hacer agradables recorridos, verdes bosques, espectaculares acantilados, ricas marismas y playas relajantes. Los amantes de los espacios naturales tienen mucho que descubrir en Euskadi. La diversidad y belleza de sus accidentados paisajes es patente no sólo en las zonas declaradas como parques naturales sino en buena parte del territorio.
Los poco más de 7.200 km² de superficie que ocupa la Comunidad Autónoma Vasca acogen fundamentalmente dos tipos de paisajes. Por una parte, una amplia franja costera, verde, húmeda y montañosa, donde se sitúan los territorios de Bizkaia, Gipuzkoa y la Montaña alavesa. Por otro, las grandes y secas llanuras meridionales de Álava, que anticipan las características orográficas y climáticas propias de la meseta castellana. Entre ambos extremos, la Llanada alavesa actúa como zona de transición.
En la actualidad, Euskadi cuenta con varios espacios naturales protegidos en los que se están desarrollando importantes proyectos de recuperación de fauna y flora: Parques naturales como Urkiola, Gorbeia, Aralar, Valderejo, Izki, Aiako Harria, Aizkorri Aratz, Armañon y Pagoeta además del Geoparque de la Costa Vasca; el humedal de Urdaibai considerado Reserva de la Biosfera; y, por último, los biotopos protegidos de Itxina, Laguardia, Leizaran y San Juan de Gaztelugatxe. Húmedos espacios con montañas mágicas y simas de leyenda en los que disfrutar de los encantos que ofrece la naturaleza.
Junto con sus montañas y parques naturales, uno de los grandes atractivos de Euskadi es su litoral, donde los abruptos acantilados se van alternando con las desembocaduras de los ríos, algunas marismas y las playas de fina arena.
La mayoría de las playas vascas están bien dotadas de servicios y ofrecen la posibilidad de practicar numerosos deportes náuticos.
La Costa Vasca y sus playas como las de San Sebastian, Zarautz, Mundaka, Sopela… ofrecen a los amantes del surf olas que pueden alcanzar hasta los 10 metros.
El euskera es una lengua de origen no conocido, ya que no se le conoce parentesco con las familias de lenguas de Europa, ni con la indoeuropea ni con la urálica. Si bien se desconoce la fecha exacta de su origen, la mayoría de los especialistas coinciden en que posiblemente sea la lengua más antigua del continente europeo. Ha adoptado influencias de otras lenguas, como el celta, latín, romance, gascón, castellano, etc., a las que así mismo ha realizado aportaciones muy interesantes. La historia de la lengua vasca, hasta pleno siglo XX, es la historia de una lengua que va perdiendo progresivamente parte de su territorio de sur a norte, por diferentes factores históricos (políticos y económicos, sobre todo). En la actualidad se conserva en los territorios de Gipuzkoa, Bizkaia, Álava y Navarra, además de los territorios del País Vasco en el Estado francés, como son Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa.
La primera obra literaria escrita data del año 1545, si bien las primeras palabras escritas en euskara aparecen por primera vez en las Glosas Emilianenses del siglo X, escritas en romance castellano. Ello se debe a que la literatura y la tradición popular se han transmitido, sobre todo, de forma oral.
La recuperación del euskera se inicia en el siglo XX, en una primera fase con la creación de la primera ikastola (1914), la fundación de la Real Academia de la Lengua Vasca, Euskaltzaindia (1918), y el posterior movimiento de las ikastolas. También en esta época (1968), es cuando se crean las bases del euskera unificado.
El resurgimiento iniciado en los años 60 se consolida en las décadas de los 80 y 90, cuando el euskera, junto con el castellano, se convierte en una de las dos lenguas oficiales de la Comunidad Autónoma Vasca, y las instituciones públicas vascas comienzan a adoptar políticas de normalización y de fomento de esta lengua, de tal forma que en estos últimos veinte años el euskera ha experimentado una progresiva incorporación de nuevos hablantes, así como una extensión de su implantación a diferentes ámbitos sociales y culturales: educativo, universitario, administrativo, medios de comunicación, etc., configurando una oferta cada vez más amplia.