La capital alavesa es una ciudad famosa por su hospitalidad. Estratégicamente situada, el continuo ir y venir de viajeros permitió antiguamente tener bien surtida la despensa con productos de diversa procedencia. Esa tradición se plasma hoy en día en su amplia oferta de restauración, que sorprende por su variedad y cantidad. Las habas a la vitoriana, los perretxikos (setas) y los caracoles, y sus afamados dulces, entre otros, hacen de Vitoria-Gasteiz un destino turístico-gastronómico excepcional.