Inicio: San SebastiánFinal: Mutriku
En esta primera jornada, recorreremos la costa oeste de Gipuzkoa. Para ello, desde San Sebastián, tomaremos la línea ferroviaria de EuskoTren que recorre parte de este tramo del litoral guipuzcoano. Tras atravesar Usurbil, con su iglesia de San Salvador, Aginaga, capital de las angulas, y Orio, localidad pesquera, llegaremos a Zarautz, el municipio más turístico de Gipuzkoa después de la capital.
Zarautz ofrece una larguísima playa, mucha animación, una preciosa construcción medieval, Torre Luzea, y la iglesia de Santa María la Real. Sin duda, destaca su paseo marítimo; entre el palacio de Narros y el restaurante de Argiñano, terrazas y esculturas vanguardistas jalonan un largo espacio para el disfrute. Por otro lado, los aficionados a la fotografía tienen cita en el Photomuseum.
La silueta del monte San Antón de Getaria, cuya forma hace que sea conocido por todos como el ratón de Getaria, nos permitirá distinguir este pequeño pueblo con mucho encanto, famoso por ser cuna de un navegante y un modisto, Juan Sebastián Elkano y Cristóbal Balenciaga. Desde Zarautz, recorreremos 5 km por la N-634 hasta llegar a esta localidad pesquera. Merece la pena probar el pescado fresco que se cocina a la brasa en las calles de Getaria, acompañado con un buen txakolí, el vino blanco propio del lugar. No se vaya sin visitar la iglesia de San Salvador, hermoso templo gótico con una planta irregular que se adapta al terreno y dos torres, una de ellas desmochada.
De vuelta a Zarautz, proseguiremos nuestro viaje en tren hasta la siguiente población, Zumaia. Ubicada en la desembocadura del Urola, tiene dos playas y dos puntos de interés cultural, la iglesia de San Pedro -con retablo de Juan de Antxieta- y los museos dedicados a Zuloaga y Julio Beobide. Asimismo, el entorno natural de su litoral tiene una gran importancia geológica. En bajamar, los abruptos acantilados de la zona dejan al descubierto la rasa mareal, una superficie llana formada por la erosión de los acantilados debido al oleaje.
Entre Zumaia y Deba, en el alto de Itziar, nos detendremos en el santuario de Nuestra Señora de Itziar. Deba es la última localidad costera que atraviesa el ferrocarril antes de internarse hacia el interior del valle del río Deba. Esta villa cuenta con una agradable playa y con una iglesia dedicada a Santa María la Real, auténtica joya del gótico vasco. Si disponemos de tiempo, continuaremos nuestro recorrido por la GI-638 hasta llegar a Mutriku, localidad más occidental del litoral guipuzcoano. Edificado en una ladera, el casco histórico de este pintoresco pueblo pesquero conserva parte de su parcelación gótica y se ubican en él casas y palacios de los siglos XV, XVI y XVII de gran interés histórico-artístico. Además, podemos visitar el Museo Bentalekua, donde se explica y se ilustra la relación ancestral de la localidad con la mar.