Inicio: San SebastiánFinal: Irun
Desde San Sebastián, nos dirigiremos hasta Lezo, que atravesaremos en dirección Pasai Donibane para tomar la GI-3440, la carretera que recorre el monte Jaizkibel. Este monte costero del noroeste de Gipuzkoa es una gran atalaya desde donde contemplar en calma tanto el mar Cantábrico como las poblaciones que rodean Jaizkibel. Algunos caseríos y vestigios de pasados usos militares jalonan su sucesión de colinas.
Ya bajando hacia Hondarribia, nos detendremos en la ermita de Guadalupe, donde se venera una imagen mariana desde el siglo XVI y se disfruta de una buena panorámica sobre la bahía de Txingudi. Destino turístico veraniego indiscutible, Hondarribia cuenta con una amplia y variada oferta hotelera y gastronómica que la hace atractiva en cualquier época del año. Todo el casco antiguo amurallado, declarado monumento nacional, deslumbra por su acumulación de casas blasonadas o entornos como el del castillo del emperador Carlos V, hoy parador nacional. El barrio de La Marina, con sus coloristas casas de pescadores, restaurantes y típicos bares de pintxos con terrazas, es centro de animación. Además, esta localidad cuenta con un hermoso paseo marítimo que bordea la playa, a través del cual llegaremos hasta el nuevo puerto deportivo y el puerto pesquero.
Irun, por su carácter fronterizo, ha sido centro de varios episodios bélicos. Sin embargo, hoy en día es una ciudad comercial, importante nudo de comunicaciones hacia Europa. En Irun, merece la pena visitar la ermita de San Marcial, el Museo de la Ermita de Santa Elena, que conserva restos de una necrópolis romana, el Museo Romano Oiasso, que acoge cada año el Festival Internacional de Cine Arqueológico del Bidasoa y Ficoba, el recinto ferial con vocación transfronteriza, sede de ferias como Bioterra, Abla y Mendiexpo.