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En plena Reserva de la Biosfera del Urdaibai, un entorno natural que concentra los hábitats típicos de la costa cantábrica, se encuentra la séptima razón para visitar Euskadi: Gernika. No te vayas sin visitar la Casa de Juntas y el Árbol de Gernika, todo un icono de la cultura vasca, así como el Museo de la Paz, en el que podrás aprender más sobre la villa y el fatídico bombardeo que sufrió durante la Guerra Civil española. Aprovecha que estás en Gernika, si es lunes para visitar su famoso mercado, y para degustar unos pintxos mientras te sumerges en la cultura vasca con los lugareños; el buen sabor de boca está asegurado. Y es que el cálido trato y el carácter de los vascos será la octava razón que hará que caigas enamorado de nuestra tierra. Por último, antes de dirigirte a Bilbao puedes visitar el Bosque de Oma, situado a escasa distancia de Gernika. Se trata de un bosque encantado, creado por Agustín Ibarrola, con árboles que parecen cobrar vida y obligan al visitante a tomar un papel activo en la contemplación de esta peculiar obra.