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El Casco Viejo de Bilbao, conocido popularmente como Zazpikale, es mucho más que un conjunto de estrechas y pintorescas calles adoquinadas. Este es uno de los barrios con más historia de la ciudad.
Antes de tu viaje, apunta estas curiosidades para contarselas a tus acompañantes y hacer más interesante la ruta por el Casco Viejo:
El Casco Viejo de Bilbao, conocido también como Zazpi Kaleak (o las Siete Calles), es la parte más antigua de la ciudad. Originalmente la formaban estas siete calles: Somera, Artekale, Tendería, Belostikale, Carnicería Vieja, Barrenkale y Barrena.
Pasear por ellas es como viajar en el tiempo, con edificios históricos, tiendas tradicionales y una atmósfera única que te hará sentir la esencia de Bilbao.
Esta es una de las paradas obligatorias si pasas por el Casco Viejo. Se trata de una fuente construída en 1800 con surtidores en forma de tres leones. Y si son leones, ¿por qué se llama la fuente del perro?
Pues son muchas las personas que se lo preguntan pero no hay una respuesta oficial. Sin embargo, existen dos teorías: La primera cuenta que los Bilbaínos no conocían lo que era un león pero al ser símbolo de la ciudad es poco creíble… La segunda teoría trata de un vecino que esculpió un león en su fachada y quedó tan mal que sus vecinos lo asemejaron a un perro. Una anécdota que dió nombre a la calle y a la fuente.
A las orillas de la ría y en pleno Casco Viejo se encuentra el Mercado de la Ribera, uno de los edificios emblemáticos de Bilbao. Guarda una larga historia que se remonta al siglo XIV, cuando los baserritarras (o campesinos) bajaban a la zona con sus productos.
Además de su extensa historia, el mercado cuenta con un Record Guinness por ser el mercado municipal de abastos más grande de Europa. En él encontrarás productos locales y típicos de Euskadi, más de 50 puestos y en ocasiones especiales, conciertos que se celebran en el edificio.
El Casco Viejo ha sido testigo del paso del tiempo y en ciertas épocas se construyeron túneles y sótanos que conectan calles, locales e incluso la Iglesia de San Antón.
Algunos de los sótanos se usaban para el contrabando y estaban conectados por túneles. Otros muchos, conectan los antiguos refugios que protegían a los ciudadanos de los bombardeos aéreos de la Guerra Civil. Estos túneles no son visitables pero el ayuntamiento de Bilbao ofrece visitas virtuales para poder ver desde dentro los refugios antiaéreos.
La esquina de la calle Pelota con Santa María es uno de los puntos más emblemáticos del Casco Viejo de Bilbao. Entre sus estrechas calles, este es el único ángulo desde el que se observa la Basílica de Begoña.
Además en honor a la virgen, en la pared de estas calles se encuentra una escultura de la virgen (popularmente conocida como Amatxu Begoña) con una hucha en sus manos. En esta hucha depositan los txikiteros lo que les sobra después de pagar la ronda.
Los txikitos son una medida pequeña de copas de vino. A quienes van de bar en bar pidiendo estas copas de vino se les llama comúnmente txikiteros.
Fue uno de los cementerios principales de la ciudad hasta que fue sustituído por el Vistalegre.
Subiendo por las escaleras desde la plaza Unamuno, te encontrarás con un antiguo pórtico que da acceso al antiguo cementerio que actualmente es un parque. Desde aquí podrás ver una de las vistas más privilegiadas de Bilbao.
Ahora ya conoces algunos de los secretos y curiosidades que esconde el Casco Viejo de Bilbao pero hay muchos más… Como por ejemplo, ¿cuál será el mejor pintxo del casco? ¡Te retamos a encontrarlo por tu cuenta!
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