Arte y Cultura
Patrimonio cultural
Cuenta la leyenda que las aguas termales de Alzola fueron descubiertas por unos niños que se bañaban en el río Deba en pleno invierno.
Sea cierto o no, en 1775 el doctor Francisco Platón envío una carta al Ayuntamiento de Elgoibar para hacer saber que el agua que manaba de algún lugar concreto de Alzola era muy beneficioso para la salud y que, por lo tanto, encontraran el manantial.
Así, en el año 1844, el alcalde Pedro Manuel Aristrain registró estas aguas, y, tras derribar el caserío Etxezuria, construyó el balneario que se inauguró en 1846.
El balneario tuvo mucho éxito en el siglo XIX. Llegaba mucha gente del extranjero para curar sus males o simplemente a descansar.
Hoy en día no funciona como balneario, sino que alberga las oficinas de la empresa que comercializa el agua de este manantial.