Os proponemos realizar un recorrido por el patrimonio cultural de la comarca de Urola, que esconde joyas arquitectónicas muy bien conservadas que os trasladaran a tiempos pasados. Una cuidada selección de palacios, iglesias y casas señoriales de diversas épocas que hablan de la historia de estos pueblos.
POR LA MAÑANA
Comenzaremos nuestra jornada visitando el pueblo de Aizarnazabal que ha pasado de ser un pueblo rural a tener una red industrial muy potente. En lo que respecta a su patrimonio cultural, destacan sus puentes, sobre todo, el Puente Viejo, único en Gipuzkoa con seis arcos. La iglesia de San Miguel, el Palacio y caserío Etxabe Goikoa, casa natal de Baltasar de Etxabe (XVII), son otros de los edificios que bien merecen una visita.
Nuestra siguiente parada será el Palacio Lili en Zestoa. Se trata de uno de los elementos arquitectónicos más sobresalientes y espectaculares del patrimonio monumental de Gipuzkoa y fue declarada Monumento Histórico de la Provincia en 1984. En octubre del 2009 se iniciaron las obras de rehabilitación. Se hizo respetando al máximo las partes que provenían de la construcción del siglo XV y eliminando la mayoría de los añadidos que se le hicieron en las épocas más recientes. Trabajaron con la filosofía de no inventarse nada, restaurar lo que permanecía en pie y dejar el resto consolidado, pero sin añadir elementos contemporáneos que alteraran el aspecto original de la construcción del siglo XV. Está formado por dos estructuras principales comunicadas entre sí y el conjunto se completa con los molinos Errotatxo y Errotazar y los restos de dos antiguas ferrerías.
Tras dejar Zestoa, nos acercaremos a Azpeitia, conocida sobre todo por el Santuario de Loyola, donde nació el azpeitiarra más ilustre: San Ignacio. Desde allí parte el Camino Ignaciano, que llega hasta Manresa.
El complejo monumental del Santuario de Loyola es un elemento clave del turismo religioso en el País Vasco, y uno de los puntos de la ruta de los tres templos. Lo componen una serie de edificios erigidos entorno a la casa torre de los Loyola, casa natal de San Ignacio de Loyola, hoy en día conocida como la Santa Casa. En el centro sobresale con fuerza entre todos estos edificios de carácter religioso y espiritual la Basílica de Loyola, dominada por una cúpula y precedido por un amplio pórtico decorado en estilo churrigueresco, modalidad exuberante del barroco español.
La basílica de Loyola, clara referencia de arquitectura barroca, empezó a construirse en el S. XVII y fue inaugurada en 1738, en honor a San Ignacio. Este imponente templo, fue diseñado por el arquitecto italiano Carlo Fontana, discípulo de Bernini, a modo de un pequeño Vaticano, y fue realizado por los maestros vascos Zaldua, Lekuona e Ignacio Ibero. Fiel a este estilo, presenta una planta circular rematada por una majestuosa cúpula y una airosa linterna. El altar mayor, de estilo churrigueresco, alberga en su centro y desde 1758 la estatua de planta de San Ignacio.
Pero, además del santuario, podemos destacar otros monumentos en Azpeitia. En pleno casco histórico de la villa se encuentra desde la Edad Media la Parroquia de San Sebastián de Soreasu. El templo fue construido en tiempos de la orden de los templarios (la torre es de aquella época), aunque a partir del siglo XVI ha sido remodelado en varias ocasiones. La portada, por ejemplo, es de estilo plateresco, y fue construida en el siglo XVIII siguiendo el diseño de Ventura Rodríguez. En el interior, destacan el retablo barroco y la pila bautismal donde tomó las aguas el propio San Ignacio de Loiola. Asimismo, es importante la Capilla de la Soledad, donde se instala un Nacimiento cada Navidad desde el año 1894.
Justo alado se encuentra el Palacio Antxieta que fue mandado construir en el siglo XVI por Juan de Antxieta, músico y capellán de los Reyes católicos. La fachada llama especialmente la atención, ya que se trata de un prototipo de estilo mudéjar. Es un tipo de arquitectura caracterizado por la conservación de elementos del arte cristiano y el empleo de la ornamentación árabe. Consta de diversos tramos y los materiales empleados son variados, entre ellos la piedra o el ladrillo. Cabe destacar que la decoración está realizada con un esquema único en Gipuzkoa.Actualmente acoge la principal sala de exposiciones de la localidad.
Otras paradas que merecen la pena son el antiguo caserío Igartza, que sufrió un importante incendio y su reconstrucción tuvo como objetivo respetar en lo posible la imagen del caserío original, utilizando sin embargo todos los avances actuales en materia constructiva. La Casa Enparan, de 1320 o la casa Basozabal, construida entre los siglos XIV-XV.
Para comer podemos escoger entre cualquiera de las opciones gastronómicas que nos propone Azpeitia.
POR LA TARDE
Por la tarde, nuestra última parada en este recorrido por el patrimonio arquitectónico de Urola será Azkoitia.
El municipio cuenta con un importante conjunto monumental en su centro histórico que en el año 2005 fue declarado Patrimonio Cultural por el Gobierno Vasco. Este conjunto está formado, entre otros, por los palacios Intsausti y Floreaga, las casas-torre de Idiakez, Etxe Beltza y Balda, y la parroquie de Santa María la Real. Esta última fue construida en el siglo XVI, es de estilo renacentista y alberga el último órgano romántico fabricado por Aristide Cavaillé-Coll en 1898.
La Casa-Torre de Balda fue construida durante los últimos años del siglo XII o los primeros del siglo XIII, por lo que su existencia es anterior a la fundación del pueblo.En un principio estuvo destinada a labores de defensa. Sin embargo, en 1456, el rey Enrique IV ordenó desmochar todas las casas-torre, por lo que tuvieron que darle un aspecto civil. Esta casa fue uno de los centros gamboínos durante las luchas de bandos. De aquella época es el escudo que luce el palacio en la fachada principal. Además de grandes guerreros, en esta casa nació la madre de San Ignacio de Loyola, Doña Marina Sáez de Licona y Balda.
Para cerrar esta visita por las joyas arquitectónicas de Urola os proponemos acercaros a los frontones Jorge Oteiza, un conjunto de arquitectura de vanguardia excepcional. Combinando el ideario del artista con la tradición pelotazale de la villa se han conseguido estos magníficos espacios, obra inspirada directamente por el propio Oteiza y diseñada por el arquitecto Carlos Ceballos y el escultor Antton Mendizabal.
El conjunto consta de seis frontones (Gipuzkoa, Lapurdi, Baxenabarre, Bizkaia, Nafarroa y Araba) que simbolizan los siete Territorios Históricos de Euskal Herria y a su vez están en relación con las diferentes modalidades del juego de la pelota. Todos ellos forman una escultura gigante en la que, una vez dentro, podemos sentir los espacios y jugar con ellos, como hacía el mismo Oteiza.
EMPRESAS DE SERVICIOS QUE SE PUEDEN CONTRATAR:
Visitas guiadas:
Ondarez: 606 175 356 / ondarez@loiola.eus
BASK ALIVE: 674 31 47 43 / www.baskalive.com / baskalive@euskotour.com
Dónde comer en este plan: https://urolaturismo.eus/es/2013-11-06-21-58-08/gastronomia-non-jan
Dónde dormir en este plan: https://urolaturismo.eus/es/bidaia-antolatu/itemlist/category/2-non-lo-egin
Datos generales
Más información:
Punto de Información Turística del Santuario de Loiola
https://urolaturismo.eus/es/herriak-eta-auzoak/150-zestoa
https://urolaturismo.eus/eu/herriak-eta-auzoak/145-aizarnazabal
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