Laguardia debe su nombre a su consideración como "la Guardia de Navarra", baluarte defensivo frente a Castilla durante la Edad Media. Junto al atractivo de sus murallas, casas solariegas y palacios, esta localidad une otro sólo aparentemente oculto, sus bodegas subterráneas, en las que aguardan excelentes vinos de Rioja alavesa.