Conserva Bilbao, aunque muy puesta al día, la costumbre tradicional del "poteo" o "txikiteo", (tomar varios vinos en cuadrilla). Una reunión de amigos, en tiempos exclusivamente masculinos y hoy con activa participación femenina, que a la caída de la tarde, y especialmente jueves y viernes, se juntan para tomar una ronda de "potes", nombre que recibía el desaparecido vaso de vino de grueso cristal. El precio ancestral de una perra chica, un "txikito", se pegó a esta costumbre, muy ligada al consumo de pintxos, auténticas joyas de la gastronomía vasca.