El Camino del Túnel de San Adrián que atraviesa Gipuzkoa y Álava es tal vez uno de los mejores espejos del País Vasco, un itinerario para conocer en apenas siete días un país heterogéneo y enormemente variado. Paisajes costeros, bosques húmedos, huertas fértiles, extensiones de secano, llanadas interminables, localidades fuertemente industrializadas, paisajes rurales y un sinfín de bellas estampas más forman parte del entorno. Al fin y al cabo, el peregrino podrá contemplar una enorme diversidad geográfica, histórica, social, económica y cultural en algo más de 200 kilómetros. Asimismo, cabe destacar que esta ruta ha sido, desde la época romana, uno de los más importantes ejes de comunicación del norte peninsular.