Palacio Lili

El Palacio Lili es un complejo arquitectónico situado en Zestoa cuyos orígenes se remontan al siglo XVI.

Está formado por dos estructuras principales comunicadas entre sí ya que junto al Palacio Lili, cuya fachada construida con piedra sillar muestra uno de los exponentes más interesantes de la construcción palaciana medieval, se encuentra adosado un cuerpo conocido como Lilibea. El conjunto se completa con los molinos Errotatxo y Errotazar y los restos de dos antiguas ferrerías.

No en vano, la historia del Palacio Lili está estrechamente ligada a la producción el hierro y la madera. Durante años, los Lili habían permanecido neutrales en los enfrentamientos entre oñacinos y gamboínos. Al terminar las contiendas, la pequeña Casa Torre de Lilibea fue transformada en palacio por Domenja de Lili y su hijo Juan Pérez de Idiáquez, una casa que habría de servir de símbolo del estatus social de sus dueños, así como de centro de importantes explotaciones económicas.

Con el paso de los años y de varias generaciones de rentistas, el palacio fue reconvertido en caserío, hasta que en el año 2000 fue adquirido por el Ayuntamiento de Zestoa que inicia una labor de recuperación y un programa de visitas teatralizadas para dar a conocer la historia del palacio y el linaje de los Lili.