Arte y Cultura
Patrimonio cultural
La riqueza de los cotos mineros del Bidasoa era conocida desde la época romana. Su explotación continuó durante la Edad Media y llegó hasta el siglo XX y en otros tiempos, algunos no tan lejanos, supuso una importante fuente de recursos que dejó su impronta en la vida de Irun y sus gentes.
El actual paisaje de las faldas de Aiako Harria, es reflejo de esta intensa actividad extractora. Todavía se pueden ver canteras, escombreras, sistemas de transporte, planos inclinados o las ruinas de un poblado minero. La zona más accesible y emblemática, que fue testimonio de los procesos de preparación y calcinación de mineral, se encuentra en Irugurutzeta. Un sistema de terrazas permitía aprovechar al máximo el terreno.
Lo más destacado del conjunto es la batería de hornos, considerada por los expertos como una de las mejores muestras de arqueología industrial de nuestro territorio. Los hornos tienen grapas de hierro y respiraderos y, aunque han perdido todos ellos el cono de hierro, conservan la base interna. Durante los trabajos desarrollados en la recuperación de este patrimonio se descubrió el sistema de tiro inducido de dos de los hornos, instalado para mejorar su producción.
Desde hace más de 20 años el Coto Minero de Irugurutzeta está inmerso en un proceso de recuperación y puesta en valor del territorio siendo en el año 2000 incluido en el Plan Nacional de Patrimonio Industrial elaborado por el Ministerio de Cultura.
Tras varias campañas de consolidación y limpieza ya cuenta con un “Espacio de Interpretación del Entorno Minero de Irugurutzeta” ubicado en el actual edificio silo-almacén. Desde ese espacio darán comienzo las visitas guiadas para obtener una completa comprensión del proceso industrial que se desarrolló en este entorno.