Arte y Cultura
Patrimonio cultural
En 1910 Doña Flora L. De Heredia recibió la concesión de aprovechar las aguas del río Errotazar, fue entonces cuando se construyó la central hidroeléctrica. En esta labor se emplearon las conducciones hidráulicas de un antiguo molino que se ubicaba en las proximidades.
Años más tarde, en 1937, pasó a la propiedad de la empresa Hijos de Mendizabal, que utilizó la energía eléctrica aquí producida en su fábrica de Durango.
Actualmente, la central conserva el conjunto de instalaciones originales: la captación de agua, el depósito, las tuberías y turbinas. La central permanece cerrada habitualmente, pero se pueden concertar visitas guiadas, en las que explican como era el funcionamiento de estas pequeñas centrales de principios del siglo XX.
Central hidroeléctrica