Urnieta

Cerca de San Sebastián, entre los valles del Oria y del Urumea, se encuentra Urnieta, desde donde se pueden divisar bellos montes que la rodean. El Adarra es la cima más alta con 811 metros de altitud. El casco histórico, cercado por edificaciones más modernas, se asienta sobre una suave loma. En lo alto, se ubica la plaza principal de la localidad, donde encontraremos algunos edificios de gran interés, como la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, que tras ser objeto de varias restauraciones, conserva su primitiva entrada románica de piedra caliza y una talla de San Miguel del siglo XVIII. A poca distancia, se halla la ermita de Santa Leocadia, testigo del constante trasiego de peregrinos que antiguamente iban hacia Santiago.

En la Edad Media, Urnieta fue un importante lugar de paso en la ruta jacobea que discurría por el interior de Gipuzkoa. En la misma plaza, encontraremos la casa consistorial del siglo XVII, que a lo largo de su historia ha sufrido varios incendios. En su fachada, presenta un escudo barroco de la villa, amplios balcones a los laterales y un pórtico con arcos.

Cueva de Marizulo

Son innumerables los monumentos prehistóricos (dólmenes de Abailarri, Otsolepo y Pozontarri, crómlechs de Arleor, Eteneta y Mulisco, etc) que se han encontrado en los alrededores de Urnieta, prueba de que nuestros antepasados poblaron estas tierras. El testimonio más antiguo que posee Urnieta es la cueva de Marizulo, del año 3000 a.C. Se halla en las Peñas de Pardaki y es de gran importancia histórica, pues en ella se hallaron restos humanos que refuerzan la hipótesis de que pudiera haber estado habitada alguna vez.

Fiestas

En cuanto al calendario festivo de Urnieta, mencionaremos dos festividades: por un lado, las fiestas patronales de San Miguel a finales de septiembre, con su "Sorgin dantza" o baile de las brujas, de gran tradición en el pueblo, y, por otra parte, la romería que se celebra cada 3 de mayo en la ermita de Santa Cruz, situada en el barrio de Azkorte, a tres kilómetros del centro urbano. Además de disfrutar de un inmejorable ambiente, desde este lugar divisaremos unas bellas panorámicas de los alrededores.