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Conocida por sus deliciosos chocolates, Mendaro es una pequeña localidad del Bajo Deba, que se encuentra en un entorno natural de excepción, bajo el abrigo de las sierras de Izarraitz y Arno.
Este municipio se sitúa en el extremo del valle Kilimon, una estrecha cuenca que se caracteriza por su verde paisaje y sus terrenos kársticos. Las aguas de varias regatas atraviesan este valle apareciendo y desapareciendo intermitentemente bajo la superficie hasta desembocar en el río Deba. Así, este valle está considerado como uno de los paraísos de la espeleología debido al gran número de simas y cuevas existentes.
Asimismo, este municipio cuenta con un patrimonio arquitectónico importante. Es, posiblemente, uno de los pocos pueblos de Euskadi que desde el siglo XV cuenta con dos parroquias, ubicadas a ambos lados del río Deba: Nuestra Señora de la Asunción, en el barrio de Azpilgoeta, y Nuestra Señora de la Concepción, en el de Garagarza. Las casas torre de Lasalde y Ospaz son otros de los edificios más representativos de la etapa medieval del municipio.
Chocolates de Mendaro
Junto a la iglesia de Azpilgoeta se sitúa la fábrica de Chocolates Saint-Gerons, empresa familiar que desde 1850 elabora chocolates artesanos de alta calidad siguiendo fórmulas tradicionales. Son numerosos los visitantes que adquieren sus afamados productos (chocolates, bombones, turrones, trufas, etc.). Por lo tanto, todo aquel que decida visitar Mendaro podrá degustar el mejor chocolate y endulzar aun más el viaje.
Por otro lado, a finales de julio, se celebran las fiestas patronales en honor a Santa Ana. El deporte rural y las actuaciones musicales se combinan para completar la mejor agenda festiva. Además, el 1 de marzo, tiene lugar una romería en la ermita del Santo Ángel de la Guarda.
