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Escenario de guerras banderizas en el pasado, Maruri-Jatabe es hoy en día una localidad tranquila y apacible. Se sitúa en la falda oriental del monte Jata y está formada por un pequeño núcleo urbano y numerosos caseríos dispersos que ocupan las amplias campas que descienden del valle de Butrón. La localidad, así como toda la comarca, alberga un rico legado histórico y cultural.
Se trata de un municipio muy ligado al sector primario y aún se conservan varios antiguos oficios. El caserío Garaizar, por ejemplo, posee un molino totalmente restaurado que es posible visitar. En el caserío Zubiaurre, por su parte, se realiza el herraje de los bueyes de las populares pruebas de arrastre.
Iglesia de San Lorenzo
En cuanto a la arquitectura religiosa se refiere, en el casco urbano destaca sobremanera la iglesia de San Lorenzo, edificio monumental de construcción moderna, que posee una elegante torre barroca rematada en campanario abovedado. De estilo neorrománico, se construyó sobre un antiguo templo del siglo XII que fue derruido en la guerra civil y conserva elementos de valor histórico, como un capitel que se utiliza como pila bautismal y que procede, al parecer, de la desaparecida ermita de Santa Cruz (s. XII). Desde esta parroquia podemos iniciar un paseo por las faldas del monte Jata, un recorrido interesante donde contemplaremos hermosas vistas del entorno.
Por último, no podemos marcharnos de Maruri-Jatabe sin probar las deliciosas alubias, acompañadas, como no, de un txakoli, exquisito vino blanco de la zona.
