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Un entorno natural incomparable salpicado por preciosos caseríos, y un encantador casco urbano, hacen de este municipio un lugar mágico. El río Araxes que riega el municipio, y el monte Otsabio que lo rodea, completan este bello entorno de la comarca de Tolosaldea.
Su núcleo urbano, de forma alargada, se organiza de forma paralela al río. Iniciamos la visita por el casco urbano del municipio atravesando un pequeño puente de piedra que nos llevará hasta la plaza donde están ubicadas la casa consistorial y la parroquia de Santa Catalina. La iglesia se alza sobre un escalón natural que lo hace aún más señorial. El estilo renacentista y el neoclásico se combinan en sus elementos, evidenciando que el templo se construyó en diferentes fases. Además, se puede apreciar una espléndida torre de gran altura con campanario. Cerca de la iglesia, encontraremos la ermita de la Magdalena del siglo XVI, y, un poco más apartada del núcleo urbano, hallaremos la ermita de Nuestra Señora del Sagrario. Cuenta la tradición, que la Virgen ubicada en ella fue traída desde Flandes en el siglo XVII.
Entorno natural
Tras este interesante recorrido, tenemos la oportunidad de realizar una ruta por los paisajes del entorno, donde el visitante podrá disfrutar del contacto directo con la naturaleza. Preciosos caseríos se extienden en los verdes prados y bosques que rodean la localidad. Además, este excepcional enclave cuenta con un manantial que desde 1860 explota una conocida marca de agua mineral. Por último, el 8 de septiembre comienzan en Lizartza las fiestas patronales en honor a la Natividad de Nuestra Señora.
