Arte y Cultura
Patrimonio cultural
El colosal edificio de la Aduana fue construido por orden de Carlos III, entre los años 1787 y 1792. Era el lugar donde se registraban las mercancías, y, precisamente, esa función fue la que condicionó la estructura del edificio. Además de las oficinas, el edificio albergaba los almacenes para guardar el género y la vivienda del administrador.
La Aduana es un edificio neoclásico, sin decoración, donde domina la simetría. Consta de tres pisos, una entreplanta y un gran patio interior con arcos y columnas. La fachada principal está dividida en trece tramos; los arcos de medio punto y las ventanas separan esos tramos.
Los tres tramos centrales sobresalen de los demás y culminan en un frontón con un escudo en el centro.
Palacio