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Localidades
Villa de gran tradición armera, Soraluze-Placencia de las Armas se halla a orillas del río Deba, en la comarca del Bajo Deba. El municipio está formado por cuatro barrios rurales (Txurruka, Ezozia, San Andrés e Irure) y un núcleo principal que se organiza entorno al río y que ocupa parte de las abruptas laderas que rodean la localidad.
Encajado entre montes, el casco urbano esconde algunos monumentos de interés, como la iglesia parroquial de Santa María la Real, del siglo XIII, con su pórtico de madera que combina elementos barrocos y renacentistas; la casa consistorial, de estilo barroco; y las casas-torre Arregigaraikua, Saloguenekua, Ormaetxea, Jáuregui y Torrea. Fuera del casco urbano, entre las numerosas ermitas, destacaremos la dedicada a la virgen de Ezozia, cuyo aspecto exterior es una réplica de la parroquia.
La Ruta de los Dólmenes
Como hemos mencionado anteriormente, el paisaje del municipio es muy montañoso, pues se encuentra rodeado de bellos parajes escarpados, salpicados de caseríos y ermitas. De esta forma, todo aquel que quiera disfrutar de la naturaleza y respirar aire puro, puede adentrarse en los senderos que encontrará en los alrededores del pueblo.
Desde la verde crestería que conforman los montes Karakate (749 m), Atxolin (841 m) e Irukurutzeta (899 m), considerado uno de los mejores miradores de Euskadi, se divisan unas espléndidas panorámicas del mar a un lado y de míticas cumbres como Anboto, Gorbeia y Oiz, al otro. Este cordal, denominado por el sobresaliente paleontólogo y etnógrafo José Miguel Barandiarán "La Ruta de los Dólmenes", llama la atención por los dólmenes y túmulos que se extienden a lo largo del camino.
Todos ellos han sido escenario de ritos, conjuros y romerías a lo largo de la historia. Por lo demás, la localidad goza de un amplio calendario festivo. A finales de julio se celebran las principales fiestas en honor a Santa Ana, mientras que a mediados de agosto tienen lugar las dedicadas a Nuestra Señora de la Asunción y San Roke, patronos de la villa. Cabe destacar asimismo otras dos festividades: El día de San Blas, en febrero, con la bendición de las conocidas tortas, costumbre con mucho arraigo en el pueblo; y la feria de Gaztañerre, que se celebra el segundo sábado de noviembre.